Recientemente ha fallecido el profesor Juan Rodríguez Soriano, eminente nefrólogo pediátrico español, formador de generaciones de pediatras y nefrólogos pediátricos en el Hospital de Cruces de Bilbao. Estaba considerado internacionalmente como uno de los pioneros de la nefrología pediátrica. Su prestigio en esta especialidad fue unánimemente reconocido. Por su departamento de Pediatría pasaron una gran parte de los nefrólogos pediátricos de España, así como numerosos de otros países europeos y latinoamericanos. La biografía del Dr. Soriano es la propia historia de la nefrología pediátrica.

Dr. Juan Rodríguez SorianoJuan Rodríguez Soriano nació en Barcelona el 5 de marzo de 1933. Realizó los estudios de Medicina en la Universidad de Barcelona que finalizó en 1956 y en los que obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura y del Doctorado. Tras unos años de formación pediátrica general en el Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Barcelona, obtuvo en 1959 una beca para continuar su formación en el Servicio del prestigioso pediatra francés Pierre Royer en el Hôpital des Enfants Malades.

De los comienzos de la nefrología pediátrica y de su estancia en Paris, conservamos afortunadamente sus propias reflexiones [1]: 

“¿Dónde y cuándo nació la nefrología pediátrica? Evidentemente, no se puede situar un lugar ni poner una fecha exacta, pero en mi opinión su nacimiento tuvo lugar en Paris, coincidiendo con el Curso Internacional que sobre este tema y bajo el patrocinio del Centro Internacional de la Infancia organizó el Prof. Pierre Royer en febrero de 1961. Ni que decir tiene que fue la primera ocasión en que pediatras de numerosos países fueran convocados a un curso exclusivamente dedicado al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades renales en el niño. Debe mencionarse, por otra parte, que varios participantes en este curso contribuyeron posteriormente a organizar la nefrología pediátrica en sus respectivos países: Karl Schärer en Alemania, Hayim Boichis en Israel, Luis María Callís y yo mismo en España, etc. Evidentemente en otras partes del mundo, y especialmente en el Hospital Infantil de México, también empezaba a prestarse especial atención a esta patología, pero aún no se había creado un cuerpo unitario de doctrina. El Prof. Royer tenía a su cargo, en el Hôpital des Enfants Malades, unas pocas camas dedicadas, fundamentalmente, a enfermedades metabólicas y hereditarias. La publicación de una ponencia sobre Troubles héréditaires du tubule rénal chez l´enfant, firmada conjuntamente por Pierre Royer y Henri Lestradet, me había especialmente impactado, por lo que solicité la concesión de dicha beca. Recuerdo nítidamente mi llegada a París en los primeros días de octubre de 1959 y el contacto con mi primer enfermo, afecto de síndrome hemolítico-urémico. Aunque la patología renal era una de las muchas que nos ocupaban, diversos hechos contribuyeron a que se prestase a la misma una especial atención. En el cercano Hôpital Necker, en el Servicio del Prof. Jean Hamburger, estaba naciendo la nefrología como especialidad diferenciada de la medicina interna y los intercambios entre ambos hospitales eran continuos. La biopsia renal percutánea se había empezado a realizar en niños desde su descripción a inicio de los años 50 y la clasificación patológica de las nefropatías infantiles era aún un capítulo abierto. Las sesiones conjuntas de correlación anatomopatológica, dirigidas por la Dra. Renée Habib, persisten imborrables en mi memoria. De las discusión de las biopsias renales de cientos de enfermos, niños y adultos, surgieron nuevos síndromes, hoy día universalmente reconocidos: la microangiopatía trombótica (base anatomopatológica del síndrome hemolítico-urémico), la esclerosis segmentaria y focal, la esclerosis mesangial difusa, la glomerulonefritis membranoproliferativa, la hipoplasia oligomeganefrónica, la hipoplasia segmentaria, etc. Recuerdo que el Prof. Hamburger era especialmente escéptico en la aceptación de estos nuevos síndromes nefrológicos infantiles, lo que obligaba a Pierre Royer y a Renée Habib a extremar los argumentos, sesión tras sesión, para conseguir convencerle de su identidad clínica. ¡Qué privilegio haber asistido durante tres años a aquellas discusiones entre maestros de la Medicina!... En aquellas grises tardes invernales de París, encerrado en el laboratorio que dirigía Henri Lestradet, aprendí que la nefrología, además de en la anatomía patológica, debía también sustentarse en una segunda columna: la bioquímica. El desarrollo de técnicas de estudio del equilibrio ácido-básico me permitieron poco tiempo después, ya en Estados Unidos, describir un nuevo tipo de acidosis tubular renal”.

En su periodo parisino, publicó diversos artículos, en general, relacionados con diversas tubulopatías [2-4].

Posteriormente, se trasladó a Estados Unidos. En el Hospital y Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York, continuó su carrera docente e investigadora. También, de este periodo disponemos afortunadamente de sus propias palabras [1]: “En el terreno de la fisiopatología de las enfermedades renales el liderazgo fue pronto asumido por el grupo de Nueva York. El Prof. Henry Barnett, que ocupaba el puesto de chairman de Pediatría en la Escuela de Medicina Albert Einstein, había sido discípulo de Homer Smith y había aplicado por primera vez, durante los años 50, las técnicas de aclaramiento de inulina al recién nacido y prematuro. Su alumno Chester Edelmann comenzó a desarrollar la nefrología en dicho Departamento a inicios de los años 60 con un marcado enfoque en la investigación de la función renal neonatal. Conocedor de estos hechos y, gracias al apoyo del Prof. Royer, pude incorporarme a dicho grupo en enero de 1963 como uno de sus primeros becarios. La labor de investigación clínica desarrollada en estos años fue, sin duda, fructífera, como lo demuestra la protocolización de diversas pruebas de estudio de la función renal, el estudio de los mecanismos de acidificación urinaria [5, 6] y concentración renal en el recién nacido [7], la descripción de la acidosis tubular renal proximal como una entidad patofisiológica independiente [8], la descripción de una nueva técnica de biopsia renal mediante control fluoroscópico simultáneo, etc. Debe señalarse que el conocimiento de la fisiología renal del recién nacido y lactante no era aún un hecho extendido en los servicios de pediatría. ¿Cómo entender sino el drama que tuvo lugar en España y otros países occidentales por el uso indiscriminado de fórmulas infantiles excesivamente ricas en proteínas y solutos?”. En 1967 publica en el Pediatric Research su trabajo sobre la acidosis tubular proximal, hallazgo que marcó toda su vida profesional [8]. En una publicación posterior del grupo de New York se supo que esos pacientes eran portadores de un cuadro transitorio [9]. El Dr. Soriano sospechaba que se trataba de una inmadurez del intercambiador Na+-H+ (NHE-3) [10]. El Dr. Jose Grunberg, ilustre nefrólogo pediátrico de Uruguay, nos ha recordado estos días que Henry Barnet, consideraba a Juan como a uno de sus grandes discípulos junto a Edelman, Boichis y Spitzer.

En septiembre de 1967 estuvo en Glasgow donde se fundó, presidida por Gavin Arneil, la Sociedad Europea de Nefrología Pediátrica. Asimismo, en diciembre de 1968 acudió a Guadalajara, México, donde se fundó y tuvo lugar la primera reunión de la Sociedad Internacional de Nefrología Pediátrica. Coincidiendo con este evento tuvo lugar en Puerto Vallarta la primera reunión del Grupo Internacional de Estudio de las Enfermedades Renales de los Niños, presidido por Henry Barnett. Fruto de esta colaboración internacional fue la clasificación anatomopatológica del síndrome nefrótico publicada en 1970 por Churg, Habib y White (11).

Regresó a Barcelona en el año 1967, siendo Jefe Clínico en el Hospital Infantil Vall d´Hebrón hasta 1970. Allí conoció a Mª Jesús Vita, radióloga infantil, que sería su inseparable mujer y madre de sus tres hijos.

En 1970, se hizo cargo del Departamento de Pediatría del hoy Hospital Universitario de Cruces en Barakaldo, Bizkaia, dónde permaneció hasta su jubilación en 2003. Desde el hospital de Cruces donde realizó su labor asistencial, docente e investigadora, lideró un grupo de entonces jóvenes pediatras, muchos formados en EE.UU. como él, que impulsaron la asistencia pediátrica especializada y potenciaron la formación de subespecialistas pediátricos en nuestro país. Siempre con una visión amplia e imprescindible de la pediatría general como base, Juan formó a más de 300 pediatras, que recibieron sobre todo su ejemplo de honestidad y buen quehacer profesional. Sus increíbles dotes docentes, conocimientos pediátricos, capacidad de análisis y de llegar al diagnóstico correcto, han sido reconocidas por todos.

Junto a 18 pediatras españoles mas, fundó en 1973 la Sección de Nefrología Pediátrica de la Asociación Española de Pediatría, mas tarde Asociación Española de Nefrología Pediátrica, de la que fue presidente desde 1976 a 1981.

En los años 70, 80 y principios de los 90, siguió investigando y publicando, preferentemente, sobre pruebas de función renal (12-17) y diversas tubulopatías (18-25). De esta ingente producción queremos destacar su interés en demostrar la  utilidad de los métodos de aclaramiento durante una diuresis salina hipotónica,  una prueba funcional destinada a estudiar el manejo tubular renal del agua, Cl – y  Na+, [12, 14, 18]. Asimismo, es necesario recordar su demostración de que en  lactantes con acidosis tubular renal distal podía existir una pérdida asociada de  bicarbonato [18]. A finales de los 80, cuando aún no se disponían de las técnicas de  biología molecular, la clasificación de las hipomagnesemias de origen genético era  un dilema. En una revisión publicada en Pediatric Nephrology separó tres  entidades,  hipopotasemia familiar” (por entonces, la enfermedad de Gitelman se confundía,  con frecuencia, con el síndrome de Bartter) y la “hipomagnesemia-hipercalciuria  familiar” (mas tarde, hipomagnesemia familiar con hipercalciuria y nefrocalcinosis) [23]. En este momento, es necesario recordar a su gran colaborador, el Dr. Alfredo Vallo Boado. Los que tuvimos la suerte de compartir unos años con ambos y el resto del equipo (Gonzalo Castillo, Roberto Oliveros, María Jesús Quintela), recordamos aquellas reuniones de los miércoles en las que se comentaban los casos clínicos de los pacientes ingresados. Era sorprendente escuchar las explicaciones fisiopatológicas que daba para interpretar los resultados de las pruebas funcionales que tan profesionalmente realizaba Alfredo Vallo. Juan nos asombraba con su interpretación de las complejidades de la función tubular, con la paradoja de que los que empezábamos no entendíamos ese nivel de complejidad, aunque nos asombraba la pasión y la ilusión que ponía en lo que decía. Siempre tenía una respuesta para todo.

A partir de mediados de los años 90 vivió con entusiasmo las aportaciones de la biología molecular, de tal modo que colaboró con varios grupos en el conocimiento de la causa íntima de muchas tubulopatías de las que antes había estudiado su fisiopatología como el síndrome de Bartter [26, 27], la acidosis tubular renal [28, 29], la hipomagnesemia familiar con hipercalciuria y nefrocalcinosis [30, 31] o el pseudohipoaldosteronismo [32, 33]. Incluso, en la Unidad de Investigación de su propio hospital propició la creación de un Laboratorio de Biología molecular junto al Dr. Luis Castaño. Fruto de esta colaboración fueron algunas publicaciones sobre tubulopatías [34, 35] y otros trastornos genéticos [36]. Son dignas de destacar las revisiones que firmó para el Pediatric Nephrology de algunas tubulopatías como la acidosis tubular y el síndrome de Bartter, donde aunaba de forma magistral la clínica y los nuevos hallazgos de la biología molecular [10, 37].

Su curiosidad inacabable fue el motor de su labor investigadora. Tenía curiosidad por todo y estaba al tanto de todos los progresos, no solo de la nefrología, sino también de la pediatría. Así, fue autor de numerosos artículos de tema exclusivamente pediátrico, en colaboración con muchos de sus colaboradores [38-41], especialmente con Pablo Sanjurjo, experto en metabolopatías [42-44].

Su obra científica ha sido ingente con más de 300 publicaciones, capítulos de libros, monografías, conferencias, etc. También lo han sido los premios y reconocimientos que recibió a nivel nacional e internacional. Junto al Dr. Ballabriga, el Dr. Rodríguez Soriano ha sido el pediatra español más aceptado internacionalmente en el último tercio del siglo pasado y reconocido como uno de los más grandes nefrólogos pediátricos de la historia. En una ocasión el Dr. Luis Hernando, patriarca de la nefrología española, dijo que Juan era “una de las personas con más talento y con más capacidad de comunicación que había conocido y el más citado internacionalmente de los nefrólogos españoles”. Para darnos cuenta de su importancia científica, en octubre de 2001, la Fundación de Ciencias de la Salud celebró la segunda edición del Homenaje a la Investigación Biomédica Española. La Fundación quiso galardonar a diez investigadores españoles afincados en España, elegidos, “mediante un riguroso proceso de bibliometría, de entre aquellos cuyos trabajos habían sido publicados en las 100 publicaciones científicas más prestigiosas en biomedicina”. En aquel acto, estaba Juan Rodríguez Soriano compartiendo su reconocimiento con personalidades de talla internacional.

Estaba en posesión de la gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad. Fue Catedrático de Pediatría de la Universidad del País Vasco y miembro de honor de la Asociación Española de Pediatría. Desempeñó durante varios años la dirección de Anales Españoles de Pediatría. Fue miembro destacado de la IPNA y la ESPN a cuyas reuniones acudió con frecuencia. Fue miembro de la Junta Directiva de la IPNA (councillor) desde 1990 a 1995 y componente del Consejo Editorial del Pediatric Nephrology en dos amplios periodos (1987-1992 y 1995-2002). Ese año de 2002 organizó en Bilbao la 36 Reunión Anual de la ESPN. Especial fue su relación con la Sociedad Latinoamericana de Nefrología Pediátrica (ALANEPE). En numerosas ocasiones viajó a muchos rincones de Latinoamérica donde mostró sus dotes de maestro extraordinario y donde su muerte ha causado un gran impacto. Se le rindió un muy merecido homenaje designando con su nombre el V Congreso de ALANEPE celebrado en Valencia, Venezuela en 1999. En esa oportunidad fue nombrado Miembro de Honor de dicha Sociedad y recibió la Orden Académica “Alejo Zuloaga”, máxima condecoración de la Universidad de Carabobo, de Valencia, Venezuela.

Tras su jubilación en 2003, siguió activo intelectualmente, y disfrutó del privilegio de ver crecer junto a él a sus dos nietos. Juan fue un médico pediatra irrepetible, sin lugar a dudas uno de los de mayor prestigio internacional. Sus discípulos le recordamos con emoción y creemos que su labor y su ejemplo le sobrevivirá. Nunca le olvidaremos.

Víctor M. García Nieto 
Presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica

Referencias

1.Rodríguez Soriano J (2002) Nacimiento y desarrollo de la nefrología pediátrica. Una historia vivida. Bol Pediatr 42:313-316

2.Royer P, Rodriguez-Soriano J (1961) L’exploration fonctionnelle des acidoses rénales. En: Actualités Néphrol Hôp Necker. Paris: Flammarion éd, p. 175

3.Royer P, Mathieu H, Gerbeaux S, Fréderich A, Rodriguez-Soriano J, Dartois AM, Cuisinier P (1962) L’hypercalciurie idiopathique avec nanisme et atteinte rénale chez l’enfant. Ann Pediatr (Paris) 38:767-783

4.Royer P, Lestradet H, Nordmann R, Mathieu H, Rodriguez-Soriano J (1962) Études sir quatre cas d’acidose tubulaire chronique idiopathique avec hypocitraturie. Ann Pediatr (Paris) 38:808-829.

5.Edelmann CM Jr, Boichis H, Rodriguez Soriano J, Stark H (1967) The renal response of children to acute ammonium chloride acidosis. Pediatr Res 1:452-460

6.Edelmann CM, Rodriguez Soriano J, Boichis H, Gruskin AB, Acosta MI (1967) Renal bicarbonate reabsorption and hydrogen ion excretion in normal infants. J Clin Invest 46:1309-1317

7.Edelmann CM Jr, Barnett HL, Stark H, Boichis H, Rodriguez Soriano J (1967) A standarized test of renal concentrating capacity in children. Am J Dis Child 114:639-644

8.Rodríguez Soriano J, Boichis H, Stark H, Edelmann CM Jr (1967) Proximal renal tubular acidosis. A defect in bicarbonate reabsorption with normal urinary acidification. Pediatr Res 1:81-98

9.Nash MA, Torrado AD, Greifer I, Spitzer A, Edelmann CM Jr (1972) Renal tubular acidosis in infants and children. Clinical course, response to treatment, and prognosis. J Pediatr 80:738-748

10.Rodríguez-Soriano J (2000) New insights into the pathogenesis of renal tubular acidosis--from functional to molecular studies. Pediatr Nephrol 14:1121-1136

11.Churg J, Habib R, White HR (1970) Pathology of the nephrotic syndrome: a report for the International Study of Kidney Disease in Children. Lancet 1: 1299-1303

12.Rodriguez-Soriano J, Vallo A, Castillo G, Oliveros R (1981) Renal handling of water and sodium in infancy and childhood: a study using clearance methods during hypotonic saline diuresis. Kidney Int 20:700-704

13.Rodriguez-Soriano J, Vallo A, Castillo G, Oliveros R (1982) Defect in urinary acidification in nephrotic syndrome and its correction by furosemide. Nephron 32:308-313

14.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, Oliveros R, Castillo G (1983) Renal handling of sodium in premature and full-term neonates: a study using clearance methods during water diuresis. Pediatr Res 17:1013-1016

15.Vallo A, Rodríguez-Soriano J (1984) Oral phosphate-loading test for the assessment of distal urinary acidification in children. Miner Electrolyte Metab 10387-39

16.Rodríguez-Soriano J, Ubetagoyena M, Vallo A (1990) Transtubular potassium concentration gradient: a useful test to estimate renal aldosterone bio-activity in infants and children. Pediatr Nephrol 4:105-110

17.Ariceta G, Rodríguez-Soriano J, Vallo A (1995) Magnesium homeostasis in premature and full-term neonates. Pediatr Nephrol 9:423-427

18.Rodriguez-Soriano J, Vallo A, Garcia-Fuentes M (1975) Distal renal tubular acidosis in infancy: a bicarbonate wasting state. J Pediatr 86:524-532

19.Rodriguez-Soriano J, Rivera JM, Vallo A, Prats-Viñas JM, Castillo G (1978) Proximal renal tubular acidosis in metachromatic leukodystrophy. Helv Paediatr Acta 33:45-52

20.Rodriguez-Soriano J, Vallo A, Oliveros R (1978) Bartter's syndrome presenting with features resembling renal tubular acidosis. Improvement of renal tubular defects by indomethacin. Helv Paediatr Acta 33:141-151

21.Rodriguez-Soriano J, Vallo A, Castillo G, Oliveros R (1982) Natural history of primary distal renal tubular acidosis treated since infancy. J Pediatr 101:669-676

22.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, Castillo G, Oliveros R, Fernández-Garnica JM (1986) Hyperkalemic distal renal tubular acidosis in salt-losing congenital adrenal hyperplasia. Acta Paediatr Scand 75:425-432

23.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, García-Fuentes M (1987) Hypomagnesaemia of hereditary renal origin. Pediatr Nephrol 1:465-472

24.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, Domínguez MJ (1989) "Chloride-shunt" syndrome: an overlooked cause of renal hypercalciuria. Pediatr Nephrol 1989; 3:113-121

25.Rodríguez-Soriano J, Vallo A (1994) Pathophysiology of the renal acidification defect present in the syndrome of familial hypomagnesaemia-hypercalciuria Pediatr Nephrol 8:431-435

26.Simon DB, Karet FE, Rodriguez-Soriano J, Hamdan JH, DiPietro A, Trachtman H, Sanjad SA, Lifton RP (1996) Genetic heterogeneity of Bartter's syndrome revealed by mutations in the K+ channel, ROMK. Nat Genet 14:152-156

27.Simon DB, Bindra RS, Mansfield TA, Nelson-Williams C, Mendonca E, Stone R, Schurman S, Nayir A, Alpay H, Bakkaloglu A, Rodriguez-Soriano J, Morales JM, Sanjad SA, Taylor CM, Pilz D, Brem A, Trachtman H, Griswold W, Richard GA, John E, Lifton RP (1997) Mutations in the chloride channel gene, CLCNKB, cause Bartter's syndrome type III. Nat Genet 17:171-178

28.Karet FE, Finberg KE, Nelson RD, Nayir A, Mocan H, Sanjad SA, Rodriguez-Soriano J, Santos F, Cremers CW, Di Pietro A, Hoffbrand BI, Winiarski J, Bakkaloglu A, Ozen S, Dusunsel R, Goodyer P, Hulton SA, Wu DK, Skvorak AB, Morton CC, Cunningham MJ, Jha V, Lifton RP (1999) Mutations in the gene encoding B1 subunit of H+-ATPase cause renal tubular acidosis with sensorineural deafness. Nat Genet 21:84-90

29.Stover EH, Borthwick KJ, Bavalia C, Eady N, Fritz DM, Rungroj N, Giersch AB, Morton CC, Axon PR, Akil I, Al-Sabban EA, Baguley DM, Bianca S, Bakkaloglu A, Bircan Z, Chauveau D, Clermont MJ, Guala A, Hulton SA, Kroes H, Li Volti G, Mir S, Mocan H, Nayir A, Ozen S, Rodriguez Soriano J, Sanjad SA, Tasic V, Taylor CM, Topaloglu R, Smith AN, Karet FE (2002) Novel ATP6V1B1 and ATP6V0A4 mutations in autosomal recessive distal renal tubular acidosis with new evidence for hearing loss. J Med Genet 39:796-803

30.Simon DB, Lu Y, Choate KA, Velazquez H, Al-Sabban E, Praga M, Casari G, Bettinelli A, Colussi G, Rodriguez-Soriano J, McCredie D, Milford D, Sanjad S, Lifton RP (1999) Paracellin-1, a renal tight junction protein required for paracellular Mg2+ resorption. Science 285:103-106

31.Konrad M, Schaller A, Seelow D, Pandey AV, Waldegger S, Lesslauer A, Vitzthum H, Suzuki Y, Luk JM, Becker C, Schlingmann KP, Schmid M, Rodriguez-Soriano J, Ariceta G, Cano F, Enriquez R, Juppner H, Bakkaloglu SA, Hediger MA, Gallati S, Neuhauss SC, Nurnberg P, Weber S (2006) Mutations in the tight-junction gene claudin 19 (CLDN19) are associated with renal magnesium wasting, renal failure, and severe ocular involvement. Am J Hum Genet 79:949-957

32.Geller DS, Rodriguez-Soriano J, Vallo Boado A, Schifter S, Bayer M, Chang SS, Lifton RP (1998) Mutations in the mineralocorticoid receptor gene cause autosomal dominant pseudohypoaldosteronism type I. Nat Genet 19:279-281

33.Geller DS, Zhang J, Zennaro MC, Vallo-Boado A, Rodriguez-Soriano J, Furu L, Haws R, Metzger D, Botelho B, Karaviti L, Haqq AM, Corey H, Janssens S, Corvol P, Lifton RP (2006) Autosomal dominant pseudohypoaldosteronism type 1: mechanisms, evidence for neonatal lethality, and phenotypic expression in adults. J Am Soc Nephrol 17:1429-1436

34.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, Quintela MJ, Pérez de Nanclares G, Bilbao JR, Castaño L (2001) Familial hypercalcemia and hypercalciuria: no mutations in the Ca2+-sensing receptor gene. Pediatr Nephrol 16:748-751

35.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, Pérez de Nanclares G, Bilbao JR, Castaño L (2005) A founder mutation in the CLCNKB gene causes Bartter syndrome type III in Spain. Pediatr Nephrol 20:891-896

36.Rodríguez-Soriano J, Vallo A, Bilbao JR, Castaño L (2001) Branchio-oto-renal syndrome: identification of a novel mutation in the EYA1 gene. Pediatr Nephrol 16:550-553

37.Rodríguez-Soriano J (1998) Bartter and related syndromes: the puzzle is almost solved. Pediatr Nephrol 12:315-327

38.Vitoria JC, Aranjuelo ME, Rodriguez-Soriano J (1978). Jejunal biopsy in cow's milk protein intolerance. Lancet 1:722-723

39.Vazquez C, Labayru T, Rodriguez-Soriano J (1984) Poor bronchodilator effect of oral etamiphylline in asthmatic children. Lancet 21:914.

40.Valls-i-Soler A, Fernández-Ruanova B, López-Heredia y Goya J, Román Etxebarría L, Rodriguez-Soriano J, Carretero V (1998) A randomized comparison of surfactant dosing via a dual-lumen endotracheal tube in respiratory distress syndrome. The Spanish Surfactant Collaborative Group. Pediatrics 101:E4.

41.Vallo A, Rodriguez-Leyva F, Rodríguez Soriano J (2006) Osteogenesis imperfecta: anthropometric, skeletal and mineral metabolic effects of long-term intravenous pamidronate therapy. Acta Paediatr 95:332-339

42.Sanjurjo P, Rodriguez-Alarcon J, Rodriguez-Soriano J (1988) Plasma fatty acid composition during the first week of life following feeding with human milk or formula. Acta Paediatr Scand 77:202-206

43.Sanjurjo P, Rodríguez-Soriano J (1993) Management of neonatal citrullinemia. J Pediatr 123:838-839

44.Aldámiz-Echevarría L, Prieto JA, Andrade F, Elorz J, Sojo A, Lage S, Sanjurjo P, Vázquez C, Rodríguez-Soriano J (2009) Persistence of essential fatty acid deficiency in cystic fibrosis despite nutritional therapy. Pediatr Res 66:585-589


Menú de Usuario

Código HON

Nosotros subscribimos Los Principios del código HONcode de la Fundación Salud en la Red Subscribimos los principios del código HON

Compruébalo aquí!

El contenido de este certificado ha sido creado por la Fundación Health On the Net (HON)